La infancia marca nuestra vida.
¿Qué es lo que más recuerdas tu de tu infancia? Es imposible recordarlo todo en todo momento, pero si hay eventos, olores, comidas, canciones, que te regresan a un momento de tu vida que quizás no recordabas hasta un momento detonador.
Pero si hay constantes en nuestra infancia que son constantes en nuestras vidas, que son como un disco rallado que repites y repites, porque lo recuerdas muy seguido por ser un contante. Como a la niña, que toda su familia le decía que era una “cabrona” o que era “mala” y se lo repetían a diario, hasta que la niña se la creyó y sin haber sido “cabrona” o “mala” empezó a identificarse como tal, por esa repetición constante y tonta de los adultos de etiquetarla de esa manera. Y hay de dos; o la niña se la cree para siempre, o la niña un día se ilumina y ve que ella no está mal, que están mal las personas que la etiquetaron, porque se empieza a conocer y se reconoce como una persona buena, contrario a lo que las demás personas le decían.
Eres lo que constantemente haces…y cuando eres un niño, a veces te sientes lo que constantemente te dicen que eres.
Hay un libro que hace tiempo leí que lo SUPER recomiendo, porque me marcó mucho para mi vida, tanto como para mi persona, como para mi maternidad. Quizás el título no suene muy de “instructivo maternal”, pero las emociones maternales y la visión maternal la vivirás en cada página. Se llama “Criadas y señoras” y hablando estrictamente de lo que me marcó en mi desarrollo como mamá y tiene todo que ver en como las palabras constantes en tu infancia marcan tu vida…era una parte donde una nana desde siempre le envolvía con sus manos el dedo de la niña a la que cuidaba, y le decía “tu eres buena, tu eres lista, tu eres importante” y te enseña como esas palabras que le decían desde niña, marcaron su vida por siempre.
A mi me decían las cosas al revés…”tu eres mala, tu eres cabrona”, mucho tiempo de mi vida me la creí, cuando finalmente me analice, me di cuenta que las personas que me decían constantemente eso no me conocían en lo absoluto, porque soy demasiado sentimental, muuuuy llorona y muy sensible. (obvio tengo temperamentos que tengo que controlar y muchas cosas por mejorar, pero ese no es el tema ahorita y no seguiré en lo que no va con este tema) Un día, deje de creérmela y les quite el poder que tenían ciertas personas en hacerme sentir que yo era la etiqueta que me ponían.
Yo con Irune, desde siempre, desde que la cargue por primera vez en mi vida, le digo “tu eres buena, tu eres linda, tu eres inteligente, tu eres feliz”…, y una lista sin fin de cualidades positivas porque sé que lo que les digamos algo les marcará en sus vidas, y sí como todo en la vida tiene aciertos y desaciertos, esto tan simple y sencillo, creo que es algo fácil de acertar.
¿Y sabes que? ¡También sirve para nosotros! digámonos cosas positivas a nosotras también. Dejemos huellas positivas, dejemos infancias felices que recordar, dejemos momentos que marquen vidas de la manera más positiva que podamos. Los niños felices, siempre serán buenos niños y los buenos niños serán adultos responsables.